24 de marzo de 2009

la naturaleza es sabia

si no lo fuese
diminuta
tendría la flexibilidad suficiente
para estirar su pierna
derecha o izquierda
-como diminuta no las distingue, tanto daría-
justo por encima de su cabeza,
doblar un poco la rodilla
y ¡zas!
aplastarse a sí misma de un pisotón.
pero la naturaleza es sabia, y ella no es la hermana flexible,
sino la de la raza del tordo:
cara menuda y culo gordo.

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