30 de abril de 2008

diminuta optimizada -y optimistizada-

diminuta ha descubierto
que se puede tener todo.
absolutamente todo.
el único secreto es dormir un par de horas menos.
así, además de todo absolutamente todo,
también se tendrá más sueño.

29 de abril de 2008

me encanta que los flanes salgan bien

(creo que ya he usado ese chiste en otra ocasión)
lo que diminuta ha aprendido esta semana es que
los planes, como las reglas, están para saltárselos.
los flanes están para comérselos.
lo tendría en cuenta a partir de ahora,
si no fuese porque la "nueva diminuta trabajadora"
-a la que le van a pagar por hacer esto mismo de escribir aquí, pero sobre cosas menos interesantes incluso-
se va a levantar todos los días a las seis de la mañana,
y eso no le va a permitir acordarse de nada.

28 de abril de 2008

¿que no tienes trabajo? ¡toma dos tazas!

no me gusta la piña,
no me gusta tener que decidir,
no me gusta hacerme mayor y ser sensata y escoger lo mejor y no lo que prefiero.
pero
me encantan mis zapatos nuevos.

23 de abril de 2008

si la envidia fuera piña

el mundo sería una pizza hawaiana.
aparte de eso:
(rafael azcona que estas en los cielos,
deja ya de joder con el scriptum)

22 de abril de 2008

¿quién guioniza a la guionista?

como en las buenas tramas:
uno) todo empieza con tres letras: ¿y si...?
dos) para diminuta conseguir lo que quiere
-trabajar para independizarse para instalarse en el ombligo-
diminuta tiene que hacer lo que no quiere
-vivir fuera del ombligo para trabajar-.
tres) todas las anteriores: ¿y si para diminuta conseguir trabajar para instalarse en el ombligo,
diminuta tiene que vivir fuera del ombligo para trabajar?
rafael azcona que estás en los cielos:
vete a escribirle los giros dramáticos a otra.
(eso sí, el infinitivo conjugado es cortesía de la casa).

16 de abril de 2008

plegarias atendidas (II)

diminuta pedía
hechos apasionantes
maravillosos
espectaculares.
y diminuta ha descubierto
un poder único
impactante
recalcitrante:
el superpoder de conjurar lo que no quiere por el simple hecho de decir lo que quiere.
un premio de consolación por no poder atraer al autobús encendiendo un cigarrillo.
ah, bueno, y también la han llamado para una entrevista.

15 de abril de 2008

increíble pero cierto: hubo un tiempo en que diminuta escribía más de dos líneas seguidas.

son las siete y está oscuro. llueve.
la gente se esconde debajo de paraguas negros.
en la calle, los coches esperan en fila para torcer a la derecha.
Andrea sale del portal y tropieza con un hombre viejo. el hombre dice algo entre dientes.
Andrea sigue andando, bajo el agua:
los ojos,miopemente azules, verdes, grises...
los labios separados, rojos, como los de la princesa del cuento.
la nariz graciosa, rematada con una arista ligeramente ascendente.

el agua cae con más fuerza y la gente desaparece de la calle, casi vacía.
Andrea para en el semáforo.
de alguna cornisa cae una gota justo en el medio de su cabeza:
donde se cruzarían las líneas imaginarias que unen las orejas entre sí y la nariz con la nuca.
la luz cambia a verde mientras siete milímetros cúbicos de agua atravesan en cráneo de Andrea para perderse en su cerebro.
empieza a cruzar.
su mirada queda suspendida en algún punto de la ciudad, o de los recuerdos,
y el color indefinido de sus ojos se licua hasta volverse transparente.
el silencio secuestra el rojo de sus labios para disfrazarlos de sonrisa de agua.

los coches tuercen a la derecha.
alguno imagina, en medio de la calle, en el aire, unas irisaciones como las de las pompas de jabón,
como de antropomorfa y gigante pompa de jabón.
y un último destello antes de desaparecer por completo,
donde antes estaba la graciosa y ligeramente ascendente arista de la nariz de Andrea.

desde algún punto del espacio sobre el asfalto, una gota de agua cae justo en el medio de un charco gris.
pasa una moto.